martes, 15 de febrero de 2011

La Narrativa

Cuenta la historia que cuando Alejandro Magno llegó a la India se encontró con un yogui asceta meditando en posición de loto frente al río Indus (326 B.C). El joven conquistador detuvo su ejército, desmontó su caballo y le preguntó.

“¿Qué estás haciendo?”

“Estoy experimentando la inmensidad de “la nada”
 Respondió el asceta

“Y tú (inquirió) ¿qué estás haciendo?”

“Yo... ¡estoy conquistando el mundo!”
Respondió orgullosamente Magno. Y ambos rieron.

Para sus adentros ambos pensaron que el otro era un idiota: “¿Conquistar el mundo para qué?” pensó el yogui hindú. “Sentarse a hacer nada ¡Qué desperdicio de una vida!” pensó el macedonio. Sin darse cuenta ambos vivían exactamente la misma aventura... pero cada cual dentro de la narrativa que habían aprendido.

Alejandro creció escuchando que al morir los hombres cruzan el río Styx (que separa a los "vivos de la muerte") donde se nos preguntará si vivimos “una vida extraordinaria”. De haber hecho cosas extraordinarias seríamos transportados a Elysium, lugar reservado para los grandes héroes durante la vida o (de lo contrario) irías a parar a los campos de Asphodel, destinado para las almas simples y comunes.

Alejandro Magno, de niño, creció escuchando las historias del guerrero Aquiles, del heróico Hércules y de Theseo, quien derrotó al terrible minotauro. Fue instruído en las épicas de "La Iliada", "La Odisea" y enseñado a vivir como lo hicieron estos grandes, en una cultura de 'victorias espectaculares'.

El yogui hindú en cambio, creció escuchando una narrativa diferente.

Él  también escuchó la historia de un río que separa a "los vivos de la muerte" pero no como un viaje de “una sola vez” sino como un recorrido constante... como un viaje que hacemos varias veces durante nuestra existencia espiritual (en un largo proceso de reencarnación y Karma) a fin de alcanzar nuestra evolución espiritual.

El yogui creció escuchando la historia de Bharat, quien también conquistó el mundo. Cuando Bharat llegó el pico más alto de las montañas (Meru) jurando ser el primero, se encontró con que la cima estaba cubierta de banderas e insignias de diferentes conquistadores a lo largo del tiempo, cada uno de ellos reclamando ser "el primero" en haber llegado allí. Bharat se sintió insignficante, que había desperdiciado toda su vida en un objetivo inútil. Descubrió que el objetivo más genuino que puede conquistar cualquier ser humano está realmente en su interior.

¿Cómo "la narrativa"... las historias que cuenta un país permean la cultura y (con ella) la vida y objetivos de sus ciudadanos?

¿Cómo la historia (mitológica o real) moldean la mentalidad, visión del mundo y (más importante aún) la personalidad individual y colectiva de un país?

Toda potencia que ha conocido la historia ha contado con una poderosa narrativa sobre sí misma. Los Griegos se veían equiparables a los dioses y la narrativa espartana percibía "la gloria" en el fulgor de la batalla. Los romanos también estaban maravillados con su propia grandeza. Para ellos el imperio romano era 'la luz del mundo'... producto del sacrificado esfuerzo de los dioses.

Estados Unidos consquistó el centro-oeste de norteamérica porque era el destino manifiesto que "Dios" les había encomendado y con su narrativa de "superioridad aria" Hitler empoderó todo un país a desatar la guerra más feroz conocida por el hombre hasta el día de hoy.

Desde el discurso de Reichtag en Alemania y el "Ask not..." de John F Kennedy hasta el "Yo tengo un sueño" de Martin Luther King y el levantamiento de la bandera en Iwo Jima, la narrativa y símbolos de un país tienen el poder de revestir a la ciudadanía con la fuerza moral necesaria para elevarse a un nivel superior.

Narrativas con inspiradora visión del ayer y/o grandes objetivos para el mañana que imprimen propósito, cohesión y grandeza en la psique colectiva de un país.

Narrativas que producen hombres y mujeres con un alto sentido de pertenencia e identidad cultural. Ciudadanos que se reconocen a sí mismos como seres capaces y responsables de su destino moral, político y económico.

Narrativas empoderadoras que (ya bien sea por efecto de "la profecía autocumplida" o simple auto-determinanción) motivan a la sociedad y sus miembros a luchar en pro de un objetivo común. Narrativas que simple, llana y sencillamente empoderan.


Narrativas que no funcionan

                                                                      "If you want to dispossess a people,
                                                                      the simplest way to do it is to tell
                                                                     their story, and start with 'secondly'"
                                                                                                   -Mourid Barghouti

La forma mas fácil y al mismo tiempo vil de manipular a un ser humano es depojándolo de su narrativa, su sentido de logros, de su orgullo personal. Y es que una vez controlamos cómo un ser humano se percibe a sí mismo... su autoconcepto, controlamos a fin de cuentas al individuo mísmo.

Un excelente ejemplo de ello es la narrativa que hombres y mujeres maltratantes forjan en la psique de sus parejas: Les convencen de que sin ellos "no son nadie", que están "donde están" gracias a él o ella y de que "no serían capaces" de sobrevivir "si no fuera" por ellos. Procuran imprimirles un destructivo autoconcepto dentro del cual (lejos de reconocer sus logros y/o potencial como seres humanos) canta cuán "incapaces" supuestamente son. Narrativa que les tilda de "inepto/as" y habla de lo supuestamente "poco" que han logrado.


Discurso que una vez la víctima acepta como verdadero (independientemente del maltrato que recibe) le mantiene voluntariamente sometida al yugo del maltratante. Se cree "incapaz" de vivir sin él o ella. Que "ni ha logrado" ni "logrará nunca nada" en su vida. Ya esa es "su narrativa"... y su narrativa determina sus decisiones y (por ende) la calidad de vida que llevan.

Si de "narrativas que no funcionan" se trata (esta vez a nivel colectivo) la cultura árabe es otro excelente ejemplo de ello. Previo al arraigo islámico en medio oriente (hace 1,300 años) la cultura árabe produjo grandes matemáticos, artistas, filósofos y geógrafos cuyos trabajos (al sol de hoy) nutren gran parte de nuestro conocimiento en arquitectura, economía, artes, ciencias y matemáticas. Cuando no se habían convertido al judaísmo (o alguna de las muchas sectas cristianas de su época) los árabes gozaban de una tolerante cultura politeísta que veneraba a Ilumquh, las estrellas y particularmente a la luna como su deidad másculina predominante. Antes del discurso musulmán de convertir infieles o darles muerte los árabes gozaban de una pluralidad de ideas que les permitió desarrollarse tanto en el ámbito científico y artístico como en el místico-espiritual.

Entonces llegó el Islam y (con las invasiones asiáticas y las Cruzadas) su narrativa de violencia disfrazada de virtud. Llegó el discurso de "perseguid a los infieles" incluso entre sí. Abrazaron los valores del Jhijad y la narrativa de un Alah vengativo que llama a la guerra incluso entre ellos mismos.

Narrativa que les impide crecer como países y aceptar nuevas y/o mejores formas de gobierno. Narrativa que justifica su odio contra el mundo aferrados a un discurso de "victimato" que perpetúa su propio estancamiento socio-cultural.

Narrativas que moldean la mentalidad individual y colectiva de estas naciones y les mantiene peleando entre sí. Narrativas que simple, llana y sencillamente "no funcionan".


La narrativa puertorriqueña

                                                        "Lo que me guiará no es lo que he vivido,
                                                         sino el tono en el que lo narro. No 'la vida',
                                                         sino su interpretación...

                                                        -Diario de un Ladrón, Jean Genet


En una de tres escalas de Kosovo a Puerto Rico tuve la oportunidad de compartir con una joven puertorriqueña, estudiante de la Univesidad de Stanford en California, una amena conversación en temas que fueron desde la necesidad de una mejor educación en matemáticas y el absurdo de la "inteligencia académica" hasta
los descalabros políticos y económicos que sufre el pueblo puertorriqueño. Resuleto a explicar que (antes que cualquier otra cosa) lo que Puerto Rico enfrenta es una crisis psicosocial, pregunté:

-"Y hablando como los locos ¿Sabes quién fue el primer gobernador de Puerto Rico?"

Miró para arriba, frunció el ceño y embarcó en una serie de gestos (típicos al momento de "hacer memoria") que duraron como unos 5 segundos.

"Yo se que no fue Muñoz Marín..."
Recalcó al tiempo que apretaba sus labios con un dedo

-"Cierto (interrumpí) no fue 'Luis Muñoz Marín'... ¿y el primer presidente de Estados Unidos? Pregunté de corrido, así como quien "no quiere la cosa".

Su semblante cambió como si la simplicidad de la pregunta (en contraste con la anterior) hubiese insultado su mentalidad y en menos de lo que canta un gallo respondió.

-Pues Jorge Washington, ¡claro!

Nótese que no estoy hablando de una mujer criada en Nueva York ni producto de alguna escuela rural "in the States (you know)". Estamos hablando de una mujer nacida y criada en Puerto Rico... Cayey, por eso de ser más específicos.

Nótese que tampoco estoy hablando de una persona que atravesó escuela superior "a patás" porque no le quedaba "más remedio"... que tuvo 2 hijos antes de terminar cuarto año (5 más después de que salió) y que vive a expensas del gobierno. No.

Estamos hablando de una brillantísima joven de 19 años, producto de ambas escuelas públicas y privadas del país forjando su carrera profesional en una renombrada Universidad en la costa este del Pacífico.

A medida que la conversación continuó descubrimos tampoco conocía la trayectoria de Betances: su fama como cirujano en Francia, porqué regresó a Puerto Rico, la fundación del hospital San Antonio, su labor diplomática, exitosa vida política ni demás reformas que forjó en diferentes partes de América Latina después del exilio.

¿Qué importa si sabemos (o dejamos de saber) quienes fueron los "Founding Fathers" de la cultura puertorriqueña? ¿El tener modelos históricos y valores nacionales con los cuáles identificarnos?

¿Que importancia puede tener saber (o no saber) las aportaciones de Eugenio María de Hostos en América Latina?

Como datos aislados, ninguna.

Pero cuando damos un paso hacia atrás y descubrimos que estas son tan sólo "piezas"... simple y sencillamente "piezas" dentro del enorme rompecabezas de piezas intencionalmente perdidas con el cual nos ha tocado construir nuestra propia identidad socio-cultural y la narrativa que nos define como país... aquella que determina qué políticos elegimos, el trato que nos damos los unos a otros y los objetivos que perseguimos (tanto a nivel individual como colectivo) la observación invita a un alarmante proceso de introspección.

Cuando descubrimos que las "piezas" que se supone nos empoderen como país (cuando no mal documentadas) son ampliamente desconocidas por el grueso de los puertorriqueños descubrimos que (antes que la criminalidad, la economía o 'el gobierno' de turno) la tragedia borincana gira en torno a su narrativa...

Desde el ciudadano que tiró basura por la ventana de su carro hasta el otro disque-independentista que atacó la policía en "una huelga", son todos síntomas del mismo craso sentido de pertenencia nacionalescacés de modelos históricos efectivos que fundamenten positivamente nuestra conducta colectiva.

El producto psicosocial de una "historia" manipulada, supervisada y reforzada a conveniencia moral, política y económica de un país extranjero... discurso que no nos sirve a nosotros sino a un tercero.

Narrativa que canta que "somos chiquitos", que "no podemos" y que en Puerto Rico "no hay...". Discurso que no se asemeja al que escuchó Alejandro Magno sino mas bien a la de una mujer maltratada que aguanta y justifica lo que sea temerosa de no poder vivir sin su verdugo.

Narrativa que simple, llana y sencillamente no nos funciona.


Recapitulando

Para descolonizar a Puerto Rico primero hay que descolonizar al puertorriqueño y mientras seamos un país moralmente impedido con una narrativa que no solo nos pequeñiza como pueblo sino que refuerza nuestra supuesta incapacidad nacional, seguiremos señalándonos y comiéndonos por los rabos los unos a los otros pero siempre orbitando alrededor de un tercero que sólo se beneficia de nuestro tirijála borincano. Aquí la solución:

Si queremos mejorar los alarmantes índices de asesinato y criminalidad en el país, mejoremos la economía.

Si queremos mejorar la economía, urge movernos hacia un estatus político que nos permita abrirnos al mundo y pactar de tú a tú con otros países.

Si queremos cambiar ese estatus político, hay que cambiar la percepción que tenemos los puertorriqueños de nosotros mismos... la mentalidad con la que entramos a votar a las urnas y elegimos a nuestros funcionarios políticos.

Si queremos cambiar nuestra imagen propia, urge cambiar la narrativa que no funciona trabajando con la educación de las generaciones venideras, por clichóso que eso pueda escucharse.

Y no... no estoy hablando de dar "una clase" en la escuela. Estoy hablando de todo un currículo nuevo y una forma diferente de contar la historia... estoy hablando de películas, programas de televisión, música y cuentos de forklor... de re-descubrir a nuestros héroes nacionales y crear nuevos modelos que nos hagan sentir orgullosos de 'ser puertorriqueños' más allá de deportistas o meras reinas de belleza.

Durante muchos años por venir, este debe ser nuestro único gran objetivo. Todo lo demás es "mantenerse a flote" y puro comentario.



Documentemos lo aprendido.

1 comentario:

Jon el Mago dijo...

Hablando de narrativas ingeniosas que nos han inculcado a lo largo de un siglo, me motiva contarte algo que hemos reflexionado muchas veces entre ciertos amigos... Luego de estudiar y analizar el tema (bastante parecido a tu analisis de la narrativa) nosotros identificamos "3 eufemismos", o las tres narrativas que mas confunden a este pueblo (yo le llamo eufemismos pq estan puestas de una forma tan politicamente conveniente que promueven el conformismo y aumentan el autoestima colectiva, pero de una forma que el resultado de ese aumento en autoestima colectiva es inofensivo y no altera ni pone en riesgo el estatus quo que le conviene tanto a tantos corillos). Estos tres eufemismos son:
-las elecciones
-concurso Ms. Universe
-participacion en Olimpiadas

Elecciones para escoger gente que no puede hacer nada sin la aprobacion de otra gente (pero por esa otra gente no votamos ni tenemos voto en sus reuniones). No te parece absurdo?.. Pero nosotros pensamos que es un ejercicio de suprema democracia el que hacemos cada cuatro anios.

Concurso Mr. Universe, que nos permite colocar a una mujer a compararse con las mujeres "dis que mas bellas" de otras naciones libres, en un concurso privado de uno de los hombres mas ricos del mundo. Ves a Puerto Rico de semi-finalista con Mejico, Chile, Costa Rica y Rusia y te invita a pensar que Puerto Rico esta en la misma fila que ellos...

Ahora, el mas potente de los tres eufemismos (ya que el de votar esta casi casi tan desacreditado que perdio su supremacia) es nuestra participacion en Juegos Olimpicos... donde juegan 192 paises y 12 entidades. Si, "entidades" es la clasificacion por la cual entra nuestra isla a competir... Cada 4 anios los otros 192 paises votan para decidir si permiten o no la participacion de las entidades en la competencia... Aparentemente hay un "hueco" en la definicion de Comite Olimpico, y si se tiene bandera e himno, entonces se puede tener Comite Olimpico.

Pero daba gusto ver la opinion de algunos reporteros estadounidenses cuando PR le gano a EU en Atenas 2004, en la inauguracion de las Olimpiadas en su lugar de origen. Algunos paises reclamaban la definicion territorial para encontrar absurdo que Estados Unidos debia enfrentarse a un territorio de ellos... Algunos con el tono evidente insinuando que es responsabilidad de ellos que los puertorriquenos sepan jugar baloncesto, asi que no es logico... "You don't see Florida or North Dakota playing against the US, why should we play against Puerto Rico"...

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Creo que es mucho lo que tenemos que DESAPRENDER para removernos de esta venda en nuestra cara que sirve para filtrar, y oculta unas cosas pero infla otras...