viernes, 19 de marzo de 2010

Siete años despues

“You think we are winning the war on Iraq?”
Pregunté a una soldado que recién regresaba de su segunda rotacion en Irak, mayo del 2007. Su respuesta fue tan sencilla como certera:

“There is nothing to win over there”

Hoy 19 de marzo del 2010 se cumplen 7 años de la invasión en Irak, lo cual convierte la operación “Iraqui Freedom” en la guerra más larga en toda la historia de los Estados Unidos de Norteamerica. Siete años después... con la captura (y juicio) de Hussein, la absoluta ocupación del país y la vida de miles de soldados (y civiles árabes para los cuales no hay cabida en nuestros periódicos) el gobierno norteamericano aun ha hallado ni un alfiler de las armas de destrucción masiva que en un momento “justificaron” la invasión al país árabe.

Con la indignación colectiva por los ataques del 11 de septiembre (que nada tuvieron que ver con Irak o alguno de sus ciudadanos) y las fotos satelitales señalando la supuesta localización de laboratorios bio-químicos iraquíes (de los cuales tampoco hemos visto ni un tubo de ensayo) el gobierno de Bush convenció a toda una nación herida y atemorizada de que la ocupación en Irak no solo le devolvería el sentido de seguridad a Estados Unidos sino que al mismo tiempo, establecería un gobierno libre y autosuficiente para los iraquíes.

La realidad es que hoy, siete años (y billones de dólares) después, seguimos en medio de una guerra que ni ha garantizado la seguridad nacional de Estados Unidos ni mucho menos la prometida estabilidad socio-política al país árabe. Mientras las tropas norteamericanas sigan presentes en Irak (favoreciendo los intereses político-económicos de Estados Unidos) no existirá tal cosa como gobierno “libre” ni “autosuficiente” para los iraquíes.

Mientras las tropas norteamericanas sigan presentes en Irak (inocente de los ataques terroristas del 11 de septiembre) Estados Unidos seguirá ganando enemigos políticos y perdiendo el respeto y credibilidad de la comunidad internacional.

Mientras las tropas norteamericanas sigan presentes en Irak (además del gasto multimillonario que implica la guerra) se seguirán perdiendo vidas en ambos lados de la ecuación en una guerra donde (como bien señaló aquella veterana) “there is nothing to win in over there”.